Grafito

El grafito puro es una forma mineral del elemento carbono (elemento #6, símbolo C). Se forma como vetas y diseminaciones en rocas metamórficas como resultado del metamorfismo de material orgánico incluido en depósitos calizos. Es un mineral extremadamente blando y se rompe en escamas diminutas y flexibles que se deslizan fácilmente unas sobre otras. Esta característica explica el característico tacto graso del grafito. Esta característica hace del grafito un buen lubricante. Como es un material sólido, se conoce como lubricante seco. Esto resulta útil en aplicaciones en las que no se pueden utilizar lubricantes "húmedos", como el aceite. El grafito es el único elemento no metálico que es un buen conductor de la electricidad. El grafito natural se utiliza sobre todo en las llamadas aplicaciones refractarias. Las aplicaciones refractarias son aquellas que implican un calor extremadamente alto y, por lo tanto, exigen materiales que no se fundan ni se desintegren en condiciones tan extremas. Un ejemplo de este uso son los crisoles utilizados en la industria siderúrgica. Estas aplicaciones refractarias representan la mayor parte del uso del grafito.

También se utiliza para fabricar forros de freno, lubricantes y moldes en fundiciones. El resto del grafito que se consume cada año se destina a otros usos industriales.

De 1890 a 1920, la extracción subterránea de grafito se practicó en Nueva York y Pensilvania. Desde 1942 hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, sólo se utilizaron métodos a cielo abierto, porque trabajar la roca meteorizada era relativamente fácil. Durante la Segunda Guerra Mundial se explotó grafito subterráneo en Dillon, Montana, pero poco después se dejó de extraer porque era demasiado costoso para competir con el grafito de Sri Lanka.

Las explotaciones de Madagascar son totalmente a cielo abierto, pero en Baviera, Corea, México y Sri Lanka, debido a la profundidad y las características físicas de los yacimientos, se practica la minería subterránea. Las explotaciones subterráneas mexicanas se encuentran entre 100 y 400 m por debajo de la superficie, medidos según el ángulo de la veta. Algunas de las minas más antiguas de Sri Lanka alcanzan profundidades superiores a 450 m en un plano vertical. Durante muchos años, las explotaciones mineras de Sri Lanka fueron primitivas y la extracción del mineral resultaba lenta y engorrosa. Las minas se mecanizaron después de la Segunda Guerra Mundial.

Las explotaciones de Madagascar también eran primitivas porque el bajo coste de la mano de obra prohibía la mecanización. A partir de 1938, las minas empezaron a utilizar equipos mecánicos para retirar la sobrecarga, y las excavadoras y tractores extrajeron fácilmente los esquistos que contenían grafito.

La demanda mundial de grafito aumentó de forma constante a lo largo de 2012 y en 2013. Este aumento se debió a la mejora de las condiciones económicas mundiales y a su repercusión en las industrias que utilizan grafito.

Las principales fuentes de importación de grafito natural fueron, en orden descendente de tonelaje, China, México, Canadá, Brasil y Madagascar, que sumaron 97% del tonelaje y 90% del valor de las importaciones totales. México y Vietnam suministraron todo el grafito amorfo, y Sri Lanka toda la variedad en trozos y en polvo. China, Canadá y Madagascar fueron, en orden descendente de tonelaje, los principales proveedores de grafito cristalino en escamas y en polvo.

En 2013, China produjo la mayor parte del grafito mundial. La producción de grafito aumentó en China, Madagascar y Sri Lanka con respecto a 2012, mientras que en Brasil disminuyó con respecto a los niveles de producción de 2012.

Proceso de beneficio del grafito

Dado que las escamas de grafito se deslizan unas sobre otras, lo que le confiere su tacto graso, el grafito se ha utilizado durante mucho tiempo como lubricante en aplicaciones en las que no pueden emplearse lubricantes "húmedos", como el aceite. Los cambios tecnológicos están reduciendo la necesidad de esta aplicación.

El grafito natural se utiliza sobre todo en lo que se denominan aplicaciones refractarias. Las aplicaciones refractarias son aquellas que implican un calor extremadamente alto y, por tanto, exigen materiales que no se fundan ni se desintegren en condiciones tan extremas. Un ejemplo de este uso son los crisoles utilizados en la industria siderúrgica. Estas aplicaciones refractarias representan la mayor parte del uso del grafito.

También se utiliza para fabricar forros de freno, lubricantes y moldes en fundiciones. El resto del grafito que se consume cada año se destina a otros usos industriales.