Berilio

El berilio (Be) es un metal muy ligero de color blanco plateado. Tiene un punto de fusión muy alto, de 1287 °C (2349 °F). Se encuentra en la naturaleza principalmente como bertrandita, que se extrae en Utah, o como berilo. La combinación de su ligereza y su elevado punto de fusión lo hace valioso para fabricar aleaciones metálicas que se utilizan en componentes electrónicos y eléctricos, la industria aeroespacial, la automoción, la informática, los equipos de perforación de petróleo y gas, y las telecomunicaciones.

El mineral más común que contiene berilio es el berilo, que se encuentra en el granito y en rocas ígneas especiales, derivadas del granito, conocidas como pegmatitas. Las variedades coloreadas y transparentes de berilo pueden ser gemas, como la esmeralda (verde), la aguamarina (azul-verde), el heliodoro (amarillo) y la morganita (rosa). Algunas de las gemas más antiguas que se conocen fueron extraídas por los asirios, babilonios, hititas y persas entre los años 5000 y 400 a.C.

Además del berilo, el berilio se encuentra en el mineral bertrandita, que en los últimos años se ha convertido en una importante mena de este elemento. La bertrandita se encuentra en ciertas rocas volcánicas derivadas del granito.

El mineral de bertrandita extraído en Utah constituye casi toda la producción estadounidense, que representa unas 90% de la oferta mundial. China produce la mayor parte del resto, a partir de minerales de berilo. Mozambique y algunos otros países extraen pequeñas cantidades de berilo. Estados Unidos produce y exporta grandes cantidades de aleaciones y compuestos de berilio, por lo que es un importador neto de minerales, pero un exportador neto de productos acabados de berilio.

Pequeñas cantidades de berilio se obtienen del reciclado de chatarra que contiene berilio.

Minería de bertrandita:
A diferencia del berilo, en el que el mineral puede identificarse por el color y la estructura cristalina, la mineralización de bertrandita no puede reconocerse a simple vista. Por consiguiente, se llevan a cabo evaluaciones geológicas y geoquímicas en una zona específica, seguidas de un programa de perforación para determinar si existe un yacimiento mineral económico. Una vez delimitado el yacimiento, se retira la sobrecarga hasta una distancia de 2 m del mineral. En la cubierta de 2 m restante, se construyen bancos de perforación en centros de 7,5 m para tomar muestras del yacimiento a intervalos de 0,6 m. La información obtenida del análisis de las muestras permite realizar un análisis transversal del yacimiento. La información obtenida del análisis de las muestras permite elaborar secciones transversales y mapas de contorno. Estos mapas se utilizan para planificar las operaciones de extracción y tratamiento. Una vez elaborados los mapas, se retira el resto de la sobrecarga y se extrae el mineral, normalmente con un rascador autocargable. Debido a la distribución irregular de la ley del mineral en el terreno, el mineral se extrae de las zonas definidas por los datos de perforación y se coloca en una pila por capas para obtener una mezcla más homogénea. A continuación se procede a la perforación, el muestreo y el análisis del mineral apilado para generar un mapa que delinee la distribución de la ley del mineral en toda la pila. En función de la distribución de la ley, el mineral apilado se transporta selectivamente a la fábrica para su posterior procesamiento.

La mayor parte del berilio se utiliza en aleaciones metálicas, que representan más de 70% del consumo mundial. Como el berilio es muy ligero y tiene una alta temperatura de fusión, es un metal ideal para su uso en la industria aeroespacial y de defensa, casi siempre aleado con otros metales. El berilio metálico también tiene la interesante característica de ser elástico. Por ello, se utiliza en la fabricación de muelles, engranajes y otros componentes de máquinas que necesitan cierto grado de elasticidad. Otra aplicación cotidiana es en la fabricación de bombas de gasolina, porque una aleación de cobre y berilio (bronce al berilio) no chispea al golpearse contra otros metales, ni emite chispas por electricidad estática.

Las varillas de metal y óxido de berilio se utilizan para controlar las reacciones nucleares porque el berilio absorbe los neutrones mejor que cualquier otro metal.

La mayoría de los organismos no dependen del berilio para su crecimiento. De hecho, el polvo y los humos de berilio pueden ser peligrosos para la salud humana cuando se inhalan. En consecuencia, la Ley de Aire Limpio exige una manipulación muy cuidadosa del polvo y los humos de berilio para minimizar o eliminar su peligro para los seres humanos.